EL FRÍO, ¿AMIGO O ENEMIGO? DESMITIFICANDO UN MITO POPULAR

EL FRÍO, ¿AMIGO O ENEMIGO? DESMITIFICANDO UN MITO POPULAR

Desde generaciones anteriores, hemos escuchado frases como: “Abrígate bien o te vas a resfriar” o “No dejes que el niño salga después del baño porque se enfermará”. Estas creencias han formado parte de nuestra cultura, pero ¿qué tan ciertas son desde el punto de vista médico? Como pediatra, quiero explicarte por qué el frío por sí mismo no causa enfermedades y cuáles son los verdaderos factores responsables de los resfriados y gripes en los niños.

¿Por qué el frío tiene tan mala reputación?

Es más común que los niños se resfríen durante los meses de invierno, eso es cierto. Sin embargo, la relación no es directa, y esto es lo que realmente sucede:

Mayor permanencia en interiores: Durante el invierno, las personas tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita la transmisión de virus respiratorios como el rinovirus o el virus de la gripe.

Humedad y temperaturas bajas: Las condiciones frías y secas pueden favorecer que algunos virus sobrevivan más tiempo en el aire o en superficies, pero no significa que el frío sea la causa directa de la enfermedad.

Cambios en el sistema inmunológico: En climas fríos, las vías respiratorias pueden volverse más vulnerables debido a la sequedad del aire, lo que podría facilitar la entrada de virus, pero esto no significa que el frío por sí mismo sea perjudicial.

Lo que realmente causa las enfermedades

Las infecciones respiratorias, como el resfriado común o la gripe, son causadas por virus, no por la temperatura ambiental. Los más comunes incluyen:

  • Rinovirus: Principal causante del resfriado común.
  • Virus sincitial respiratorio (VSR): Frecuente en niños pequeños y bebés.
  • Influenza: Responsable de la gripe estacional.

Estos virus se propagan principalmente a través de:

  • Gotas respiratorias: Cuando alguien infectado tose o estornuda.
  • Contacto directo: Al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la cara.

Ideas arraigadas que no son verdad

“Salir descalzo o con el cabello mojado enferma a los niños.”
Realidad: Estar descalzo o tener el cabello mojado no causa infecciones respiratorias. La enfermedad ocurre cuando un virus ingresa al organismo.

“Los niños deben sobre abrigarse para evitar resfriarse.”
Realidad: Aunque es importante mantener a los niños cómodos y evitar la hipotermia, abrigarlos en exceso no previene enfermedades virales.

“El frío debilita el sistema inmunológico.”
Realidad: El sistema inmunológico no se ve afectado directamente por las bajas temperaturas. Lo que puede debilitarlo son factores como el estrés, la falta de sueño o una dieta inadecuada.

Consejos prácticos 

Aunque el frío no enferma a los niños, estos consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones durante la temporada de invierno:

  • Higiene de manos: Enseña a los niños a lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
  • Vacunación: Mantén al día las vacunas recomendadas.
  • Ventilación: Asegúrate de que los espacios interiores estén bien ventilados para evitar la acumulación de virus.
  • Hidratación y buena alimentación: Proporciona una dieta balanceada rica en frutas y verduras para fortalecer el sistema inmunológico.
  • Ropa adecuada: Viste a los niños con ropa cómoda y adecuada a la temperatura, sin excederse. Se recomienda vestir a los pequeños con una capa extra a la que los adultos vistan en ese momento.

En resumen

El frío no es el enemigo; los virus sí lo son. No lo satanices. 

Mantén a tus pequeños protegidos siguiendo las medidas preventivas recomendadas y no te dejes llevar por mitos que han perdurado durante generaciones.
Como padres, entender la ciencia detrás de estas creencias nos ayuda a tomar decisiones informadas para cuidar la salud de nuestros niños.


-Pediatra Certificada G.G. 

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