PARACETAMOL, EL FAVORITO DE LOS PEDIATRAS

PARACETAMOL, EL FAVORITO DE LOS PEDIATRAS

El paracetamol es uno de los medicamentos más utilizados y recomendados por pediatras en el tratamiento de fiebre y dolor en niños. Sin embargo, existe una percepción equivocada de que "no es efectivo" o que "no funciona como debería". Esto puede deberse a errores frecuentes en su administración o dosificación. En este artículo, quiero explicarte por qué el paracetamol es el favorito de los pediatras y cómo evitar estos errores para garantizar su eficacia.

¿Por qué lo amamos?

  • Eficacia probada: El paracetamol es efectivo para reducir la fiebre y aliviar el dolor leve a moderado. Su acción rápida y segura lo hace ideal para el tratamiento de síntomas comunes en niños.
  • Seguridad: Cuando se usa en las dosis correctas, el paracetamol tiene un perfil de seguridad muy alto. Es menos propenso a causar efectos secundarios en comparación con otros medicamentos como el ibuprofeno.
  • Apto para la mayoría de los niños: Es seguro para lactantes, niños pequeños y mayores, siempre que se administre según las indicaciones.
  • Acceso fácil: El paracetamol está ampliamente disponible en diferentes presentaciones, lo que facilita su uso en distintas situaciones.

Aunque el paracetamol es seguro y eficaz, su mal uso puede generar la percepción de que "no funciona". Estos son los errores más frecuentes que cometen los papás en casa y te ayudaremos a corregirlos:

1. Dosificación incorrecta

El error más común es no ajustar la dosis al peso del niño. El paracetamol debe administrarse según el peso corporal, no sólo según la edad.

Lo correcto: Consulta siempre la etiqueta del medicamento o las indicaciones del pediatra para calcular la dosis exacta. Generalmente, se recomienda entre 10-15 mg por kilo de peso corporal cada 4-6 horas, sin exceder 5 dosis al día.

2. Uso de utensilios inadecuados para medir

Muchos padres usan cucharas caseras o distintos tamaños de goteros para medir el medicamento, lo que lleva a dosis imprecisas.

Lo correcto: Usa siempre el dispositivo de medición incluido (jeringa o vaso medidor) para garantizar la dosis exacta en mililitros. La dosis que le administrarás a tu pequeño debe ser indicada por tu pediatra de esa manera (en mililitros), no en gotas, cucharadas ni sorbos. 

3. Intervalos de administración incorrectos

Administrar el medicamento demasiado pronto o esperar demasiado entre dosis puede afectar su eficacia.

Lo correcto: Respeta el intervalo recomendado (generalmente cada 6-8 horas) y establece un horario si es necesario para no olvidar la siguiente dosis.

4. Suspensión prematura del tratamiento

Algunos padres interrumpen el uso del paracetamol si los síntomas mejoran, lo que puede provocar que reaparezcan molestias.

Lo correcto: Completa el tratamiento según las indicaciones del pediatra para asegurar el alivio completo de los síntomas.

5. Sobredosis accidental

Es posible exceder la dosis si no se lleva un registro adecuado de las dosis administradas o si se combina con otros medicamentos que también contienen paracetamol.

Lo correcto: Revisa siempre la etiqueta de otros medicamentos y mantén un registro de las dosis administradas para evitar duplicaciones.

Consejos finales

  • Guarda el paracetamol fuera del alcance de los niños para evitar accidentes.
  • Consulta siempre con tu pediatra antes de administrar cualquier medicamento, especialmente si tu pequeño tiene condiciones de salud particulares.
  • Si la fiebre o el dolor persisten más de 48 horas o si aparecen nuevos síntomas, busca atención médica.

El paracetamol sigue siendo una herramienta confiable y segura para el cuidado de los niños, siempre que se use de manera adecuada. Siguiendo estas recomendaciones, puedes aprovechar al máximo su eficacia y mantener a tu pequeño cómodo y seguro.

-Pediatra Certificada G.G.

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